Lo primero que hay que tener en cuenta, es que, será imprescindible el uso de un producto de alta calidad para sorprender a tus comensales. El cochinillo de Segovia es uno de nuestros productos con el que siempre se acierta, pues su frescura y sabor hacen del arte culinario una auténtica maravilla.

Se puede cocinar de diversas formas, pero en este caso te presentamos una receta de cochinillo a la parrilla, una de las mejores opciones para preparar este tipo de carne.

 

 ¿CÓMO HACER COCHINILLO A LA BRASA?

Ingredientes

 

  • Cochinillo fresco
  • Parrilla
  • Carbón o leña
  • Sal
  • Adobo

 

Tiempo de preparación: 3 horas

Pasos para cocinar esta receta

 

 Retiramos el lechón del envoltorio y lo partimos en dos mitades similares teniendo como referencia el espinazo, separando la cabeza del cuerpo.

 

Untamos todo el cochinillo con el adobo elegido, sazonando si fuese necesario. El adobo utilizado es fundamental para una buena elaboración del plato. Podemos marinarlo con una salsa chimichurri, salsa a la naranja, de pimienta, etc., según el gusto de cada uno. 

 

 

 

 

Un consejo para que el plato tenga mayor sabor es realizar unos pequeños cortes en las partes traseras, introduciendo en los mismos, un diente de ajo por cada lado.

 

En cuanto a la parrilla, debemos poner al principio poca cantidad de brasa de manera equilibrada a una temperatura media. Es necesario reponer las brasas cuando veamos que estas bajan de potencia.

 

La mayor parte de la temperatura la necesitan las patas traseras, ya que son las partes más gruesas del animal. Después tenemos lo que es el pecho, que tiene muy poca cantidad de carne y huesos. Por otro lado, las paletas de delante tienen más carne que el pecho pero menos que los jamones. Por eso mismo, es recomendable equilibrar el fuego según la parte que estemos tratando, o bien, partirlo antes para obtener 6 trozos.

 

Se pone el lechón con la piel hacia arriba en la parrilla aproximadamente durante unas dos horas, dándolo la vuelta un par de veces cuando veamos que la carne esté hecha por cada uno de los lados. Es imprescindible que revises las brasas durante todo el proceso, para evitar que se queme o quede crudo por alguna parte.

 

 

 

Cuando la piel esté dorada y crujiente, lo sacamos de las brasas y lo servimos. 

 

 

 

Como cualquier  tipo de carne a la parrilla, se puede acompañar con una ensalada, verduras asadas, patatas, entre otras, para que el plato quede más completo.