El cordero lechal es uno de los productos estrella en fechas destacadas, especialmente en Navidad. Existen diferentes tipos de cordero y lechazo en el mercado, por lo que debemos estar bien informados para evitar que nos den gato por liebre.
¿Sabes diferenciar entre un Cordero o un lechazo? ¿Conoces la diferencia entre las diferentes razas de lechazo Españolas y las que vienen de Francia, Italia y Grecia? A continuación tienes  6 claves para que no te engañen con el lechazo estas navidades.

PÍDELE EL DNI AL LECHAZO

Sabemos que en navidad en muchos establecimientos nos venden lechazos Franceses, Italianos o Griegos como si fuesen de Castilla y León.

Las razas europeas se utilizan principalmente para producir leche y productos lácteos, por lo que la carne es de peor calidad y los animales tienen peor alimentación. Los lechazos IGP (Indicación Geográfica Protegida) tienen una vitola con un DNI que identifica el producto y que nos asegura de su procedencia Castellana y raza autóctona.

QUE NO TE DEN ASSAF POR CHURRA

El sabor de la carne depende totalmente de su raza y alimentación. El mejor lechazo del mundo es de las razas Churra, Ojalada y Castellana, todas ellas dentro del IGP de Castilla y León. Otras razas como el Assaf, proveniente de Israel, que se utiliza para producir leche, son introducidas en España y en demasiadas ocasiones se hacen pasar por lechazo Castellano, siendo su calidad muy  inferior. Existe una gran diferencia en el aroma y sabor entre las diferentes razas. Si quieres lechazo castellano auténtico, apuesta por las 3 razas de nuestra IGP.

LA ALIMENTACIÓN ES CLAVE PARA EL SABOR

Somos lo comemos, lo mismo pasa con nuestros animales. Los lechazos que solo han consumido leche materna tienen un sabor y aroma únicos. Las madres que pastorean por las tierras Castellanas, consumen plantas silvestres y aromáticas de la tierra, que dan carácter a nuestro producto estrella.
Las leches artificiales usadas en corderos hacen que en nuestra mesa se note mucho el sabor. Solo el lechazo IGP asegura que los animales se alimentan con leche materna.

EL TAMAÑO IMPORTA

Esas chuletillas de lechazo que te vas a comer, son pequeñas, tiernas y deliciosas. Si las chuletillas son muy grandes, son de cordero. No están nada malas, pero no se acercan. Un lechazo tiene que pesar entre 6 y 7kg para estar en su peso óptimo. El auténtico lechazo IGP de Castilla y León te asegura que esta norma se cumple, con lo que tienes garantía de calidad.

CONGELADO O FRESCO

El auténtico lechazo IGP de máxima calidad no se vende congelado, aunque puede ser buena opción comprarlo con antelación y congelarlo en tu casa para evitar las subidas de precio de las épocas festivas. La vitola del lechazo IGP auténtico te permite saber la fecha de sacrificio del animal. De este modo, te aseguras que comerás un verdadero lechazo  sin engaños, fresco o congelado, tu eliges. 
La navidad y las aglomeraciones hacen que ciertos vendedores ofrezcan producto descongelado sin avisar al consumidor, lo que se trata de un fraude.

LO BUENO SE PAGA

Nadie espera comprar jamón ibérico de bellota o vino gran reserva a precio de mortadela o refresco de cola. Con el lechazo pasa lo mismo, la calidad se paga y más en navidad, cuando todos queremos tener esta delicia en nuestras casas. Si quieres comer auténtico lechazo IGP de primera calidad tendrás que pagar su justo precio. Desconfía de grandes ofertas, en este producto con una producción tan limitada no existen. Y sobre todo, si decides comprar un cordero francés o un lechazo griego alimentado con leche artificial, paga por lo que comes. 
Pide siempre la vitola de la IGP en tus piernas o paletas de lechazo, tendrás la garantía de que consumirás el mejor producto del mundo.